Los moldes de inyección de plástico son el método más común para producir artículos de plástico. Puesto que se trata de un proceso rápido y de producción estandarizada a gran escala, se utiliza mucho en la industria automóvil. Esto es debido al hecho de que el plástico permite reducir el peso del vehículo y contribuye a la introducción rápida de innovaciones o cambios del diseño, lo que mejora su funcionalidad.
Normalmente, estos moldes son complejos y costosos, lo que hace que los materiales utilizados en estas aplicaciones tengan características únicas que permiten su utilización en las aplicaciones más exigentes. Por ello, la elección del material más adecuado es fundamental.
De esto modo, se deberán tener en cuenta elementos como el número de utilizaciones, el tipo de plástico que se va a inyectar, la dimensión del molde y el acabado superficial deseado. También se deben tener en cuenta las características del propio material, como la dureza, la tenacidad, la resistencia al desgaste y a la corrosión, la conductividad térmica y la pureza del material.